Tu casa con estilo minimalista debe contener solamente las piezas esenciales en su ambientación. ¿Para qué? para generar equilibrio y paz visual.
El desorden es una forma de distracción visual y la vista es un sentido que atrapa toda nuestra atención. Al tener una casa limpia y ordenada será mucho menor la tensión visual, un hogar minimalista resulta relajante.
1. Consumo Inteligente
Buscar una decoración minimalista no significa tener elementos baratos. Tal vez viste un mueble que te encantó; pero, ¿realmente lo necesitas? ¿cumplirá un propósito en tu hogar? Aquí no importa el precio o diseño, si la respuesta es sí y tienes la posibilidad: ¡adelante!
2. Aprende a dejar ir
Muchas veces, al depurar nuestros espacios sobreanalizamos las cosas y pensamos “tal vez lo usaré después”, cuando sabes que no. Los objetos tienen un tiempo de vida y propósito, debes aprender a decir adiós. El valor sentimental está en la memoria, no en el objeto.
Ahora con estos dos principios en mente apliquémoslo a tres puntos importantes en la decoración:
Espacio
Los espacios en nuestro hogar tienen un propósito específico, no mezcles objetos. El dormitorio es un área de descanso, manda tu material de trabajo al estudio, utiliza tu cuarto de entretenimiento para ahí ver películas y tus series favoritas. Si tienes un comedor, utilízalo. Normalmente usamos los mismos espacios en nuestro hogar, lo cual provoca áreas muertas que terminamos llenando con todo tipo de cosas.
Accesorios y mobiliario
Prefiere mobiliario de líneas simples y de no más de dos materiales. Si no acostumbras recibir visitas, no necesitas un comedor de más de cuatro personas.
Otro punto muy importante es el almacenamiento. Los muebles modulares con almacenamiento oculto resultan de gran utilidad para esconder elementos de los cuales no queremos deshacernos pero preferimos no tenerlos a la vista.
La vegetación y arte son un gran aliado en este tipo de decoración.
Colores
Lo típico sería pensar en blanco y negro, pero eso no significa que sea la única solución. Claro que lo ideal es tener sólo dos colores. Pero puedes elegir el blanco en combinación con el tono de tu preferencia. Coloca el color en menor medida para así no saturar el espacio. También puedes optar por una escala de grises, o tonos neutros.
Empieza poco a poco. En cada habitación necesitarás invertir tiempo para revisar cada cosa y poder cambiar lo esencial y desechar lo que ya no sirva más.