En la versión con tapa cuadrada o redonda, las cuatro patas están dispuestas en un rayo, permitiendo el uso de planos de hasta 130 cm de tamaño.
En la versión rectangular, las patas se colocan en un caballete y se fijan a un conector en particular que soporta las dos vigas en las que descansa la parte superior.
La distancia entre las patas se puede adaptar a la longitud de la parte superior, haciendo que la mesa se adapte a las situaciones más particulares.